ACREDITACIÓN

AUTOEVALUACIÓN

El proceso de Autoevaluación conlleva a fines de acreditación y mejoramiento de la Calidad Académica de los Programas (Anexo 9); la Universidad de Córdoba y el Programa de Maestría en Biotecnología, comprometidos en el desarrollo de este proceso, participarán activamente con la comunidad académica e investigativa, realizando los ajustes conceptuales y metodológicos pertinentes para alcanzar la Calidad de la educación siendo ella su máxima prioridad.

El Programa se acoge al modelo de autoevaluación institucional el cual se ciñe a los parámetros de las condiciones e indicadores de calidad, de acuerdo con el C.N.A, los cuales se definen en términos de:

  • La evaluación que la institución hace de su desempeño con el objeto de mantener su calidad y mejorarla.
  • La evaluación de la calidad propiamente dicha que debe realizarse por parte de aquellos que pueden penetrar en la naturaleza de lo que se evalúa.
  • El reconocimiento de la calidad, por el cual se da fe pública de ella.

Universalidad. Hace referencia, a la multiplicidad y extensión de los ámbitos en que se despliega el que hacer de la institución, y su sentido puede ampliarse para aludir al ámbito geográfico sobre el cual ejerce influencia y a los grupos sociales sobre los cuales extiende su acción.

Integridad. Es un criterio que hace referencia a la probidad como preocupación constante de una institución o programa en el cumplimiento de sus tareas. Implica, una preocupación por el respeto por los valores y referentes universales que configuran el «éthosacadémico», y por el acatamiento de los valores universalmente aceptados como inspiradores del servicio educativo del nivel superior.

Equidad. Es la disposición de ánimo que moviliza a la institución o programa a dar a cada quien lo que merece. Expresa de manera directa el sentido de la justicia con que se opera, hacia dentro de la Institución, por ejemplo, en el proceso de toma de decisiones, en los sistemas de evaluación y en las formas de reconocimiento del mérito académico, y en un contexto más general, en la atención continua a las exigencias de principio que se desprenden de la naturaleza de servicio público que tiene la educación, por ejemplo, la no discriminación en todos los órdenes, el reconocimiento de las diferencias y la aceptación de las diversas culturas y de sus múltiples manifestaciones.

Idoneidad. Es la capacidad que tiene la institución de cumplir a cabalidad con las tareas específicas que se desprenden de su misión, de sus propósitos y de la naturaleza de sus programas, todo ello articulado coherentemente en el proyecto educativo.

Responsabilidad. Es la capacidad existente en la institución o programa para reconocer y aceptar las consecuencias que se derivan de sus acciones. Tal capacidad se desprende de la conciencia previa que se tiene de los efectos posibles del curso de acciones que se decide emprender. Se trata de un criterio íntimamente relacionado con la autonomía aceptada como tarea y como reto.

Coherencia. Es el grado de correspondencia entre las partes de la institución y entre éstas y la institución como un todo. Es también la adecuación de las políticas y de los medios de que se dispone, a los propósitos. Alude al grado de correlación existente entre lo que la institución o programa dice que es (misión) y lo que efectivamente realiza.

Transparencia. Es la capacidad de la institución o programa para explicitar sin subterfugio alguno sus condiciones internas de operación y los resultados de ésta. La transparencia es hija de la probidad y es, a su vez, uno de sus ingredientes fundamentales.

Pertinencia. Es la capacidad de la Institución o Programa para responder a necesidades del medio. Necesidades a las que la Institución o Programa no responde de manera pasiva, sino Proactiva, entendida como la preocupación por transformar el contexto en que se opera, en el marco de los valores que inspiran y definen a la institución.

Eficacia. Es el grado de correspondencia entre los logros obtenidos y los propósitos formulados por la institución o el programa.

Eficiencia. Es la medida de cuán adecuada es la utilización de los medios de que dispone la institución o el programa para el logro de los propósitos esperados. (CNA, 2003).

El proceso de autoevaluación del Programa cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría Académica, la Oficina de Postgrado y Educación Continuada, la Facultad de Ciencias Básicas, Departamento de Química, el Comité Académico y Curricular de la Maestría, grupo de docentes, estudiantes y egresados. Se desarrolla con una disposición abierta al cambio y a la crítica constructiva, conducente al automejoramiento y a la acreditación en forma colectiva y reflexiva.