Montería, 27 de febrero de 2024. El grupo de investigación Biodiversidad Unicórdoba, del programa de Biología, en colaboración con la Sociedad Ornitológica de Córdoba, el grupo de Observadores de Aves de Córdoba, la Fundación Julia Márquez y Anartia Natural, realizaron la primera jornada de avistamiento de aves denominada ‘Montería abre las alas’, que recorrió 10 puntos estratégicos de la ciudad.

Esta iniciativa se hace en el marco del proyecto de Biodiversidad Urbana de la Universidad de Córdoba y tiene como objetivo principal establecer el avistamiento de aves como una actividad anual, con el propósito de recolectar datos sobre cómo la biodiversidad se relaciona con el entorno urbano y de esta manera promover la coexistencia armoniosa entre los habitantes y la vida silvestre.

Durante la jornada, los participantes portando binoculares, cámaras fotográficas, celulares y cuadernos de campo, se congregaron en diferentes puntos del municipio de Montería, tales como la Ronda del Sinú, la Avenida Circunvalar, y barrios con áreas naturales para registrar las distintas especies que habitan en la ciudad.

El docente unicordobés Juan Carlos Linares Arias, resaltó que la iniciativa ‘Montería abre las alas’, además de ser un evento de observación de aves, se convierte en una oportunidad para fortalecer la conexión entre la comunidad, la naturaleza y la ciencia, sentando las bases para futuras acciones de conservación y educación ambiental en la región.

En este mismo sentido, el gestor ambiental de la Universidad de Córdoba, Roberto Carlos Otero Bruno, afirmó que “estas buenas prácticas ayudan a fortalecer el programa ‘Cultura Ambiental’ de nuestro Sistema de Gestión Ambiental de la Universidad de Córdoba”, destacando a su vez el compromiso institucional con la conservación del ambiente y la educación ambiental.

Igualmente, los integrantes del grupo de investigación Biodiversidad Unicórdoba, agregaron que Montería no es solo un conjunto de edificios y calles, es un ecosistema en sí mismo.

“Nuestra ciudad está interconectada con los entornos naturales que la rodean, y las decisiones que tomamos aquí pueden tener un impacto significativo en la salud y la supervivencia de las especies que la habitan. Al comprender mejor cómo la biodiversidad utiliza nuestros espacios urbanos, podemos tomar medidas más efectivas para protegerla”, puntualizaron los investigadores.

Con cada avistamiento, se fortalece el vínculo entre la ciudad y su entorno natural, inspirando a nuevas generaciones a valorar y proteger la riqueza de la biodiversidad local.