*Información validada que surge del programa de Bacteriología de Unicórdoba.

Montería, 16 de septiembre de 2022. Las parasitosis intestinales, clasificadas en el grupo de enfermedades desatendidas y con elevadas cifras a escala del mundo y Colombia, siguen incidiendo en la capacidad de trabajo de muchos adultos y en el ausentismo escolar en niños, como consecuencia de repercusiones en su desarrollo físico y cognitivo.

Estadísticas estimadas de morbilidad y derivadas de la Organización Mundial de al Salud (OMS), señalan que al menos 1.500 millones de personas en el mundo están infectadas por esos parásitos, lo que es, casi el 24 % de la población. Pero, más de 267 millones de niños en edad preescolar y más de 568 millones de niños en edad escolar viven en zonas con intensa transmisión de esos parásitos, especialmente en América, China, Asia Oriental y África.

Además, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Parasitismo Intestinal en Población Escolar 2012 – 2014, el 30 % de la población estudiada estaba infectada con algún parásito intestinal en nuestro país. Ese estudio arrojó que, Amazonía y la Sierra Nevada de Santa Marta, eran las zonas con mayor proporción global de infección; el 81, 6 % y 74, 05 %, respectivamente.

Las apreciaciones y las cifras las compartió la docente Unicordobesa Mayra Ligia Raciny Alemán, del Departamento de Bacteriología, Facultad Ciencias de la Salud de la Universidad de Córdoba, miembro del Grupo de Investigaciones Microbiológicas y Biomédicas de Córdoba, Gimbic, de esa misma facultad, durante el espacio radial ‘Por Su Salud’, del programa de Enfermería, bajo la coordinación de la también docente Mónica Hanna Lavalle; y que se emite los lunes a las 3 p. m., por Unicórdoba Estéreo.

“Estas enfermedades tienen un gran impacto en el desarrollo social y económico de las comunidades, debido a que inciden en la capacidad de trabajo de las personas adultas y en el ausentismo de los niños en los colegios. Sin embargo, si comparamos los datos de las dos encuestas nacionales de parasitología que se han realizado en el país, se encuentra una considerable reducción de los parásitos intestinales posiblemente asociado a mejoras de las condiciones de eliminación final de excretas, mediante la implementación de sistemas de alcantarillado y tecnologías alternativas en parte del territorio nacional, y al mejoramiento de hábitos higiénicos y uso del calzado”, explicó la profesora Raciny en el espacio radial.

Agrega que los principales factores de riesgo para adquirir las parasitosis intestinales están asociados a deficientes condiciones higiénicas, ausencia de agua potable y alcantarillado, presencia de piso de tierra en las viviendas, eliminación de excretas a campo abierto (fecalismo ambiental) no uso de calzado cerrado, poca o nula higiene de manos y de lavado de alimentos, hacinamiento, inadecuada disposición de basuras, entre otras.

La docente Raciny Alemán es profesional en Bacteriología, magíster en Infecciones y Salud en el Trópico y doctoranda en Medicina Tropical.

Por su parte del también docente unicordobesa Mónica Hanna Lavalle, del Departamento de Enfermería, complementó que la parasitosis intestinal tiene impacto en un cuarto de la población mundial y es Colombia uno de los países de Latinoamérica y del Caribe, donde hay mayor presencia de estos parásitos.

Agrega Hanna que “estas relaciones parasitarias en los niños tienen el potencial de afectar su crecimiento y desarrollo y tener consecuencias irreversibles que alterarán su desempeño en la vida adulta.

Hanna Lavalle es docente del programa de Enfermería, magister en Administración M. B. A de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Salud Ocupacional y en Gerencia Administrativa en Salud.