* Es hora de rescatar y darle valor a las riatas de los patios

* A comprar lo necesario y hacer buena rotación de productos

* Campesinos han demostrado resiliencia en esta crisis

Aunque el panorama general de la seguridad alimentaria en épocas normales ha estado enmarcado en otros factores como el desperdicio de al menos el 50 % de productos en el mundo, problemas de distribución por pésimas vías de acceso, falta de apoyo para ventas directas en el campo, en la actual situación de pandemia es necesario ajustar aspectos locales y familiares como la siembra de cultivos cortos para enfrentar la pospandemia.

Esta acotación surge, inicialmente, del docente Fernando Barraza Álvarez, doctor y magíster en Ciencias en Horticultura, quien advierte que el acceso a los alimentos está siendo afectado por factores relacionados con las restricciones que han derivado de las medidas para prevenir la proliferación de la COVID 19, entre ellas las afectaciones en empleos transitorios, especulación de precios, la limitaciones de transporte público, entre otras.

Sugiere Barraza Álvarez explotar la siembra de hortalizas de crecimiento rápido que generan productos alimenticios en menos de cien días, en jardineras, recipientes, macetas, y riatas o barbacoas de arquitectura campesina, para cosechar productos como tomate, col, ají dulce (con una permanencia de por lo menos un año sin enfermarse), y rábano (con ciclos de recolección de 20 días).

“Para 2020 existen en el mundo 1.200 millones de personas que están pasando física hambre, con pandemia o sin pandemia. Entonces es el momento de explorar con la horticultura, por ejemplo, un huerto de cien metros cuadrados es suficiente para alimentar a una familia y generar ingresos adicionales por 70 dólares. En ese sentido tenemos buena disposición de plantas de hortalizas para sembrar en casa”, precisó Barraza Álvarez.

Agregó el docente unicordobés que existe una variada posibilidad de utilización de las hortalizas cosechadas en el hogar: ensaladas, salsas, encurtidos, y otras facilidades culinarias, además del alto grado nutricional, porque son ricas en vitaminas, fibras, minerales, al ser consideradas el tercer peldaño de la pirámide alimentaria, después del agua y los cereales.

Barraza fue panelista del programa Conéctate con la U, de la Unidad de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Universidad de Córdoba, que se transmite por las distintas plataformas virtuales de la institución y por nuestra emisora Unicórdoba Estéreo (90.0 f. m). Participaron también en esta oportunidad el docente Gabriel Vélez Hernández, del programa Ingeniería de Alimentos y el coordinador de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Fenalce, en Córdoba, coordinador del Fondo Nacional Cerealista en este mismo Departamento, Alejandro Agámez Saibis, quien además es egresado del programa Ingeniería Agronómica de esta alma mater.

A comprar lo necesario y hacer buena rotación de productos

En época de pandemia y pospandemia también es importante comprar lo necesario y hacer buena rotación de los productos, es decir, consumir lo que primero se adquirió, para evitar el deterioro y con ello desperdicio.

Esta sugerencia provino del docente Gabriel Vélez Hernández, magíster en Tecnología de Alimentos, Ingeniero de Alimentos, vinculado a este mismo programa de la Universidad de Córdoba como docente, y además es el jefe de las plantas pilotos de esta institución.

“Es importante no comprar más de lo que realmente se necesita, porque, además, si compramos demasiado vamos a afectar el tema de la oferta y la demanda, entonces los precios subirán, ganan los intermediarios y no se beneficia el campesino. También es importante mantener el equilibrio de salir cuando sea estrictamente necesario, para evitar el riesgo de contagio”, sostuvo el profesor Vélez.

Agregó Vélez que el tema de la seguridad alimentaria tiene varias aristas, entre ellas las importaciones que deben ser sustituidas por modelos internos en Colombia, para que se reactive el campo y evitar entrar en una inseguridad de ese tipo.

“Es hora de volver los ojos al campo colombiano, con esta situación se encarece el dólar, se presentan dificultades para la importación y los países van a tratar de sobreproteger sus producciones para el abastecimiento interno. El gran probkema de este país desde hace mucho tiempo, es que se le dio la espalda al campo”, precisó Vélez Hernández.

Campesinos más resilientes en Córdoba

El panorama que comparte Fenalce Córdoba desde el campo regional en esta época de pandemia, es un alto grado de resiliencia de los campesinos, que siguen esperanzados en que todo pasará y que sus tierras, en áreas pequeñas o medianas, seguirán siendo la base del sustento de sus familias.

Así lo expresó en el foro de la Unidad de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Universidad de Córdoba, Conéctate con la U, el coordinador de esa entidad en el Departamento, Alejandro Agámez Saibis, egresado de esta institución.

“Quizás los más resilientes son los agricultores, que actualmente están sembrando sus cosechas de maíz, aunque con un poco de retraso, pero por consecuencia de la falta de lluvias. Sin embargo, una de las preocupaciones más fuertes tiene que ver con el precio tanto de maíz amarillo, como de maíz blanco, que serán recolectados para los meses de septiembre y octubre”, precisó Agámez Saibis.

Dijo que han hecho falta políticas claras desde el Estado, para proteger a los productores en temporadas normales y mucho más en el escenario actual.

Llamó la atención en el sentido del aumento de los costos de producción en más del 10 %, por el incremento en los precios de los insumos. Sin embargo, agregó que una vez más los campesinos confían en que se definan estrategias de comercialización con precios a favor.

Frente al tema de la seguridad alimentaria reconpcoió el ingeniero agrónomo que es hora de tomar conciencia y producir en los patios, con base en las propiedades y características nutricionales de lo que podemos recoger a un paso: habichuela, ají, tomate, berenjena y otras alternativas fáciles.