La Universidad de Córdoba lideró el trabajo comunitario en la zona de influencia de Carro Matoso, a través de un proceso participativo.

La Universidad de Córdoba a través del programa de Ingeniería Ambiental, con un proceso participativo orientó y dirigió a las comunidades nativas y afros del área de influencia de Cerro Matoso, para la construcción de su línea base social, que permitió el levantamiento de las fichas veredal y predial, el calendario agroecológico, matriz de actores y servicios ecosistémicos, para la construcción del componente social en los estudios de impacto ambiental.

Esto se basa en los requerimientos establecidos en los términos de referencia de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para con Cerro Matoso, en lo que concierne a las exigencias planteadas a la empresa de explotación minera en procura de la nueva licencia.

El acompañamiento lo hace la Unicórdoba en siete de las 14 comunidades de esa zona, que se encargaron en noviembre del año pasado, de escoger a esta institución como asesora externa en los procesos que van a permitir mejoras en su entorno y otras manifestaciones de desarrollo.

La docente Viviana Soto, del programa de Ingeniería Ambiental, explicó que para este trabajo en conjunto los representantes de las comunidades ejercieron un diplomado denominado: Instrumentos Metodológicos para el Levantamiento de la Línea Base Social, tanto del Consejo Comunitario de Comunidades Negras de Bocas de Uré, así como de las juntas de acción comunal de esa misma población y las de Puerto Colombia, Centro América, Torno Rojo, la Estrella y la Odisea.

Este estudio estuvo dirigido a los sabedores del área de influencia de Cerro Matoso, quienes recibieron horas teóricas y prácticas en instrumentos metodológicos, servicios ecosistémicos, levantamiento de cartografía social y manejo de herramientas tecnológicas para la espacialización del territorio.

“Es importante el proyecto y la forma como se desarrolló, con la participación activa de las comunidades, porque se trata de la presencia de la Universidad de Córdoba en el territorio, para este caso en el San Jorge. Ha sido una experiencia maravillosa para nosotros y para ellos que se enfrentaron por primera vez a un computador y a mirar imágenes de satélites, en medio de una labor enriquecedora”, explicó la docente Viviana Soto.

Destacó Soto que ha sido un proceso de aprendizaje conjunto a través del cual se lleva el aula a esas comunidades, pero también se aprende de cada uno de los participantes.