Montería, 16 de octubre de 2024. Marianella Dussan Medrano tiene solo 16 años, pero su historia ya es un ejemplo de valentía, resiliencia y pasión. Estudiante de segundo semestre de la Licenciatura en Educación Artística en la Universidad de Córdoba, Marianella se enfrenta a desafíos que pocos podrían imaginar. Nació prematuramente, a los siete meses, lo que le causó un desprendimiento de la retina que la dejó ciega desde su nacimiento. Sin embargo, esa discapacidad no ha sido un obstáculo para seguir adelante y cumplir sus sueños.

Desde su llegada a la Universidad de Córdoba, Marianella describe su experiencia como “muy chévere”. “Mis compañeros y profesores me ayudan, siempre me apoyan y ha sido una experiencia muy bonita. Me va muy bien en todo”, comenta con una sonrisa. El apoyo que ha encontrado en la institución, la han hecho sentir parte de una comunidad inclusiva y solidaria.

Marianella es una apasionada de la música, y entre los instrumentos, el piano ocupa un lugar especial en su corazón. “De los instrumentos que más me gusta tocar es el piano, y con el tiempo me gustaría seguir aprendiendo muchos más como la guitarra y el ukelele”, dice. Además, ha escrito dos canciones, una de las cuales está dedicada a sus amigos, aquellos que la han acompañado en cada paso de su vida. La letra de su primera canción dice: “tu amistad me hace soñar, tu amistad me hace volar, tu amistad me hace feliz, eres especial para mí”.

Desde pequeña, Marianella ha demostrado que los retos se enfrentan con perseverancia. En sus primeros años de estudio, la búsqueda de un lugar que le permitiera desarrollarse no fue fácil. “Al principio fue bastante difícil, ya que en algunos colegios no me aceptaban porque muchos profesores piensan que va a ser un reto y se cierran y no se dan la oportunidad de conocernos”, recuerda. Sin embargo, la Institución Educativa Cecilia de Lleras fue un lugar donde pudo aprender a escribir en sistema braille y a desarrollar su potencial.

Narra que su llegada a la universidad fue un momento de incertidumbre, pero también de grandes sorpresas. Marianella no olvida la emoción que sintió el día de la audición, un día que marcó el inicio de una etapa llena de aprendizajes y nuevas amistades. “Llegué a la audición nerviosa y cuando pasé me sorprendí mucho, al principio tenía miedo de cómo me iban a tratar por mi discapacidad, qué me iban a decir, pero la verdad ha sido un proceso maravilloso”, relata emocionada.

En su día a día, cuenta con el apoyo incondicional de su familia. Su papá y su mamá son quienes la transportan a la universidad, ayudándola a que nada interrumpa su sueño de estudiar.

Marianella tiene claro que la música es su vocación y que quiere compartirla con el mundo. Uno de sus más grandes sueños es grabar un disco. “Ya tengo dos canciones escritas y cuando tenga más conocimientos pienso seguir escribiendo más”, dice, con la certeza de que el futuro le depara grandes cosas. Además, sueña con enseñar música a niños y niñas.

Una de sus compañeras y amigas más cercanas en la universidad es Viviana Mena Palacio, quien, a sus 18 años, ha visto cómo su amiga enfrenta cada día con una sonrisa y un gran deseo de superarse. “Ella es una gran persona, le va muy bien y nos enseña a todos a valorar cada oportunidad”, comenta Viviana, resaltando las cualidades personales y académicas de Marianella.

Marianella tiene un mensaje para todos aquellos que alguna vez han dudado de sus capacidades o que sienten que sus sueños son inalcanzables. “El mensaje que le doy a todos es que lo intenten, que después se van a quedar con las ganas de intentarlo, no tienen nada que perder. Yo he escuchado que a veces tienen un sueño frustrado porque simplemente no se le dan las cosas, pero creo que hay mucho camino por delante y si se lucha por ese sueño, se puede cumplir”.

Por su parte, el rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Miguel Torres Oviedo, destaca que historias como las de Marianella reitera la importancia de seguir construyendo un ambiente inclusivo donde todos los estudiantes puedan desarrollarse plenamente; así mismo, resalta el compromiso de la alma mater para garantizar que cada estudiante, independientemente de sus circunstancias, tenga las mismas oportunidades para alcanzar sus sueños.