Montería, 11 de julio de 2023. Tres casas universitarias ubicadas en el centro y sur de Montería sirven de hogar a 61 jóvenes, hombres y mujeres, que reciben el beneficio de Bienestar Universitario, con todo lo necesario: pago de arriendo, servicios públicos, incluido internet; mobiliario y dotación, para beneficio de los mejores estudiantes de la Universidad de Córdoba, provenientes de ciudades y municipios diferentes a Montería.
Esta política de Bienestar estudiantil que lidera el rector, Jairo Miguel Torres Oviedo, apunta a garantizar la educación superior como derecho, reducir índices de deserción universitaria y soluciona una problemática sensible, relacionada con la escasez de recursos de familias que, aunque logran matricular a sus hijos en universidad pública, no cuentan con el dinero para la permanencia y el sostenimiento de ellos en Montería.
Con estos beneficios, las y los estudiantes seleccionados pueden dedicarse plenamente a estudiar sin la preocupación de un arriendo o dinero para el pago de servicios públicos durante los semestres cursados, generando impacto positivo en la economía familiar.
Uno de los requisitos que exige la Universidad de Córdoba para otorgar el beneficio de Casas Universitarias, es el de ser buen estudiante y que su lugar de residencia no sea Montería.
De acuerdo con el rector, Torres Oviedo, en la actualidad la universidad cuenta con tres amplias casas universitarias, una de mujeres con capacidad para 24 estudiantes, y dos para hombres, una con 13 cupos y la otra con 24 cupos.
Dos viviendas están ubicadas en el centro de la ciudad y una en el barrio Buenavista, al sur de la ciudad, garantizando la cercanía al transporte público para facilitar el acceso a la institución.
Otro de los requisitos que deben cumplir los beneficiarios con este programa de del área de promoción social de Bienestar Institucional, es tener un promedio mínimo de 3.5 en el semestre.
Historias de vida de beneficiados.
Carlos Mario Urda Palacio es de Planeta Rica, Córdoba, tiene 23 años, estudia cuarto semestre de Administración en Finanzas y Negocios Internacionales y es uno de los beneficiarios de las casas universitarias de la Universidad de Córdoba.
Nació con baja visión y fue perdiendo la vista gradualmente. Actualmente tiene ceguera total y es uno de los estudiantes que recientemente ganaron 56 medallas en las diferentes disciplinas de los XXV Juegos Universitarios Deportivos Regionales, ASCUN 2023. En estos juegos, el equipo de ajedrez obtuvo medalla de plata.
Con voz tranquila, pero enfatizando que no hay limitaciones a la hora de cumplir los sueños, Carlos Mario afirma que su meta es seguir mejorando sus habilidades ajedrecísticas y terminar sus estudios universitarios. En los últimos meses ha logrado ganar medallas de oro, plata y bronce.
Puntualiza que para llegar a la universidad se transporta en buseta. “Cuando salgo de la casa camino hasta el paradero del transporte público, y cuando el bus se estaciona pregunto si llega a la universidad; cuando salgo de clases me ubico en la entrada, pero es más sencillo para regresar”.
Al igual que él, Pedro Quintero Guerra, de Sahagún y quien tiene una discapacidad sensorial visual construye sus sueños en una casa universitaria. Estudia quinto semestre de Derecho y hace un año vive en la casa ubicada en el barrio Buenavista.
“Es una experiencia gratificante, porque la universidad me abrió las puertas en este aspecto y los compañeros me colaboran mucho. Es un beneficio vital para nosotros porque no somos de Montería y nos permite adaptarnos a otros ambientes, donde hay estudiantes de distintos lugares”, asegura Pedro, quien además hace parte del grupo vallenato adscrito al área cultural de Bienestar Institucional.
Daniela Lucumí Pinto, tiene 21 años, es de Bogotá y cursa sexto semestre de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana.
“En Bogotá se me dificultaba acceder a la universidad y en pandemia me inscribí para estudiar en la Universidad de Córdoba. En la casa hay mucho compañerismo, es un ambiente agradable porque entre todas buscamos sentirnos en familia, dado que tenemos las nuestras lejos, y estar acá es una gran ayuda para nuestros padres”, resalta la joven, quien agrega que al principio fue difícil estar alejada de su hogar, pero el esfuerzo vale la pena porque está cumpliendo su sueño de estudiar y convertirse en profesional.
Como ellos, otros jóvenes dan lo mejor de sí para sacar el máximo provecho a su carrera universitaria y convertirse en grandes profesionales. Es de resaltar que la alma mater de los cordobeses también realiza actividades de bienestar para apoyarlos en su crecimiento personal y de convivencia.