La crianza desde el entorno familiar crea una variabilidad en la manera como los seres humanos nos proyectamos y nos desempeñamos en sociedad, esta experiencia es determinante para alcanzar indicadores de realización personal en estos tiempos de COVID ¬-19, esta es la propuesta que el docente de la Universidad de Córdoba, William Enrique Paba Carranza, plantea en la cátedra libre “Solución de Conflictos Emocionales” para afrontar los nuevos desafíos en esta pospandemia.
La infancia es un momento de organización y desarrollo, aquí se estructuran las bases de las relaciones afectivas además las herramientas que permiten la regulación y apropiación de los límites y las normas que conllevan a la organización de la identidad, que es vital en la consolidación de la personalidad, explica Paba Carranza.
El docente de la alma mater es contundente en la importancia de interactuar en familia, manifiesta que la existencia de factores protectores, permitirán que las personas afronten situaciones de riesgo, salvaguardando su desarrollo socioemocional.
“A partir de las experiencias y vivencias el individuo podrá enfrentar conflictos emocionales en la lucha constante que genera crecer y ser adulto, estas se verán personificadas por trastornos de orden psicológico como la depresión, la ansiedad, el trastorno afectivo bipolar entre otras”.
La Universidad de Córdoba ha creado iniciativas desde la academia para potencializar el desarrollo de competencias socioemocionales, centrándose en contenidos que impulsan el progreso de la autonomía, la cátedra libre “Solución de conflictos emocionales” en el programa de Licenciatura en Educación Infantil, es una herramienta para valorar el vivir y la vida que nos fue asignada, mirando pensamientos, sentimientos y comportamientos como estrategia vinculante a la elipsis de la autenticidad.
Finalmente, el psicólogo, reafirma la posibilidad de superar las crisis a partir de la reflexión de Teresa de Ávila, Santa Teresa de Jesús: “la humildad es la verdad, es una tarea apasionante que neutraliza la fragilidad y nos permite acercarnos a los que más sufren para poder escuchar sus anhelos”.