Montería, 02 de octubre de 2024. El corregimiento La Doctrina, en el municipio de Lorica, departamento de Córdoba, ha sido escenario de un importante proyecto de conservación y sostenibilidad que será expuesto en la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre biodiversidad. Liderado por la docente Martha Mogollón Arismendy, directora del Herbario de la Universidad de Córdoba y profesora del programa de Biología, este proyecto se ha convertido en un modelo de intervención comunitaria para la restauración y aprovechamiento sostenible del ecosistema manglar.

El proyecto, titulado “El manglar: entre lo natural y lo social, una interacción para el manejo integral en la zona de influencia del caño Cantarillo, Lorica, Córdoba”, se desarrolla en alianza con la Fundación Humedales y está financiado por la Universidad de Córdoba.

El enfoque del trabajo es la restauración ecológica y la participación comunitaria, involucrando activamente a 25 mujeres de la vereda Cantarillo y a miembros de la Asociación de Mangleros y Pescadores de Base (ASOMAPEBCA); así como el grupo de Botánica de Biología y el Grupo de Investigación en Ciencias Naturales y Educación Ambiental (GICNEA).

El ecosistema manglar, donde se centra el proyecto, es clave para la captura de CO2 y para la interacción con diversas especies que dependen de él. Según explica la docente Martha Mogollón Arismendy, la caracterización del ecosistema ha permitido identificar los servicios ecosistémicos que provee a las comunidades cercanas. Indicó que este análisis es crucial para desarrollar estrategias de reforestación y restauración, como la creación de viveros comunitarios que posteriormente nutrirán las zonas afectadas.

“El manglar es un ecosistema estratégico por su capacidad de capturar carbono y la interacción que tiene con el resto de los organismos. Por eso, el componente de flora y reforestación es fundamental en nuestro plan de restauración ecológica”, afirmó Mogollón Arismendy.

Precisó que, para el desarrollo del proyecto, además de contar con el acompañamiento de biólogos, en la iniciativa se han integrado profesionales en educación infantil, estudiantes de semilleros de investigación y docentes del programa de Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Universidad de Córdoba.

La docente Nabi del Socorro Pérez Vásquez, resaltó que uno de los mayores logros ha sido el desarrollo de procesos de gobernanza comunitaria, donde los habitantes han asumido un rol activo en la protección del manglar.

“Este proyecto ha permitido a la comunidad comprender su papel en la conservación del ecosistema, generando un cambio de conciencia hacia la interdependencia que tenemos con la naturaleza”, comentó Pérez Vásquez.

El proyecto también contempla la posibilidad de generar actividades productivas sostenibles a través de negocios verdes, que permitan a las comunidades locales aprovechar el manglar de forma responsable. Para ello, se han buscado alianzas con otras organizaciones, como la Fundación Flora y Fauna, para implementar modelos de producción económica que respeten el ecosistema.

La experiencia de Cantarillo es un ejemplo de cómo la ciencia, la educación y la comunidad pueden trabajar en conjunto para conservar la biodiversidad y promover el desarrollo sostenible. Este logro será uno de los casos emblemáticos que se presentarán en la COP16, destacando el compromiso de la Universidad de Córdoba y sus aliados en la protección del ambiente y el empoderamiento de las comunidades rurales.