Montería, 03 diciembre de 2025. Con una agenda diversa y participativa, la Universidad de Córdoba conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha que cada año cobra más fuerza en la institución gracias a su política de inclusión, diseñada para garantizar que todos los estudiantes, sin distinción alguna, accedan a una educación superior digna, accesible y transformadora.

La jornada fue organizada por la Oficina de Bienestar Institucional, desde el área de Desarrollo Humano, con el acompañamiento activo de funcionarios, docentes, intérpretes de lengua de señas y grupos estudiantiles que impulsan acciones de sensibilización y apoyo a la población con discapacidad dentro del campus.

El evento, realizado en los bajos del edificio de la Facultad de Educación y Ciencias Humanas, integró actividades artísticas, pedagógicas y testimoniales que permitieron a la comunidad universitaria acercarse a las realidades, retos y capacidades de los estudiantes con discapacidad.

Durante la jornada se habilitaron cinco stands de sensibilización, cada uno enfocado en un tipo de discapacidad: auditiva, visual, intelectual, motora y psicosocial. Allí, los asistentes participaron en dinámicas, vivencias simuladas, talleres y demostraciones que les permitieron “ponerse en el lugar del otro” y comprender de primera mano cómo las barreras del entorno afectan la vida diaria de esta población.

Entre las actividades destacadas estuvo la sensibilización con Blind Tennis, liderada por Robinson Rodríguez, estudiante con discapacidad visual de décimo semestre de Licenciatura en Lenguas Extranjeras. Con una pelota sonora y antifaces, estudiantes experimentaron la manera en que las personas con discapacidad visual practican este deporte adaptado.

Robinson, quien además representa la discapacidad visual en el Comité Municipal de Discapacidad y preside la asociación Somos Visionarios, compartió su experiencia académica.

“Mi proceso en la Universidad de Córdoba ha sido significativo. He encontrado profesores empáticos, dispuestos a crear estrategias de enseñanza para nosotros. Espacios como este no solo son valiosos, son necesarios para educar, sensibilizar y demostrar que la discapacidad no es un límite, sino una forma distinta de aprender y de vivir el mundo” dijo.

Uno de los momentos más memorables del día fue la presentación musical liderada por el maestro Joaquín Solano Flórez, instructor de los procesos artísticos vallenatos de la universidad, quien compartió escenario con dos estudiantes con discapacidad visual mostrando el poder transformador del arte, se trata de Pedro Luis Quintero, estudiante de Derecho y ejecutante de la caja vallenata; y Carlos Mario Urda, quien interpretó la guacharaca y también prestó su voz para cantar vallenato.

El maestro Joaco los acompañó con el acordeón, generando una puesta en escena que fue recibida con aplausos, sonrisas y admiración por parte de todos los asistentes.

También participó Isabela González, estudiante de octavo semestre de Licenciatura en Educación Artística, quien conmovió al público interpretando la canción ‘Al final’ de Lilly Goodman. Con voz firme y llena de sentimiento, compartió un mensaje para la comunidad: “Esta canción representa mi historia y la de muchas personas con discapacidad.
Quiero invitar a todos a ser empáticos y a no discriminar. Somos seres humanos y debemos luchar por una sociedad en igualdad, equidad y justicia.”

Durante el espacio ‘Así vivimos la universidad’, varios estudiantes compartieron sus testimonios, resaltando cómo la educación inclusiva les ha permitido superar desafíos y fortalecer su proyecto de vida.

Juan Guillermo Villalobos Durango, estudiante de Ingeniería de Sistemas con discapacidad física, expresó que: “Mi experiencia ha sido buena. Al principio tuve dificultades, pero he podido seguir adelante. Me gusta mi carrera y quiero continuar hasta hacer un posgrado.”

Mientras que Martín Macea, de la Licenciatura en Informática, destacó el impacto emocional y formativo de estas iniciativas. “Estos programas psicosociales nos ayudan a ser más empáticos y a comprender a los demás. Nos forman como personas y como futuros docentes.”

La Universidad de Córdoba ha fortalecido en los últimos años su política de inclusión, garantizando intérpretes permanentes para estudiantes con discapacidad auditiva, acompañamientos académicos diferenciados y formación docente para el trabajo con estudiantes con discapacidad, entre otros.

Para el rector Jairo Torres Oviedo, estos esfuerzos no son un complemento, sino una responsabilidad institucional. Agregó que la inclusión es un principio fundamental de la misión universitaria puesto que no se trata solo de brindar apoyos, sino de transformar la cultura institucional y la vida de las familias, ofreciéndoles a los jóvenes con discapacidad la oportunidad real de construir un proyecto de vida.

La jornada finalizó con un almuerzo de integración entre estudiantes y funcionarios del área de Bienestar en un ambiente de cercanía y reflexión.