Montería, 12 de noviembre de 2025. Las 8.820 mujeres capacitadas en el extensionismo rural en la Mojana, a través del programa ‘Mojana, Clima y Vida’, que lideran el PNUD, el Fondo de Adaptación y la Universidad de Córdoba, con financiamiento del Fondo Verde del Clima, aprendieron a cosechar y cuidar los cultivos, con la misma dedicación con la que cuidan la vida desde el vientre.
Así lo expresa Katherine Toro, de la Asociación Agroambiental Perú Contigo, vereda perteneciente al municipio de Ayapel, y quien compartió la experiencia de equidad de género y agroecología con el público presente en el auditorio cultural de la Universidad de Córdoba, en el marco del evento: ‘Mujeres que inspiran y transforman La Mojana, Intercambios de conocimientos sobre el papel de las mujeres en los sistemas agroecológicos adaptados al cambio climático’, que se desarrolló este 12 de noviembre.
“Como cuidamos desde el vientre, así mismo cuidamos las cosechas porque hemos adquirido habilidades a través de este proyecto, entonces ahora el tinto de la mañana en nuestras poblaciones lo disfrutamos observando la belleza de nuestros alrededores, el cantar de las aves y todo lo que nos está dando fruto, tras el cuidado de nuestras manos frágiles, y con el saber técnico que hemos aprendido gracias a la Universidad de Córdoba y al PNUD”, sostiene Katherine.
Como ella, las mujeres de la Mojana, acompañadas de la fuerza de los hombres, ahora dominan los conceptos de agroecología, semillas resilientes, fertilidad del suelo, sanidad vegetal, cambio climático y agricultura, después de una serie de 16 talleres que recibieron las 39 comunidades vinculadas a la iniciativa, en cuatro departamentos (Córdoba, Sucre, Bolívar y Antioquia) y ocho municipios.
Son cerca de un centenar las especies entre hortalizas, transitorias y perennes, que con la orientación profesional y científica de la Universidad de Córdoba aprendieron a cosechar las mujeres de la Mojana, tanto en condiciones extremas de sequía como en condiciones extremas de inundación, divididas en localidades experimentales.
Por citar algunas, en Ayapel, San Marcos y Caimito prosperan el frijol cuarentano, el frijol negro, la habichuela grano rojo, el pepino blanco, la yuca chiroza, el ñame espino, el arroz ligerito, el arroz 370, el arroz fino ligerito, el arroz mula, el arroz piedrita, el arroz cacao, el mango de hilaza, la guayaba dulce, el limón, la naranja y muchas más.
Por la región de Majagual, Guaranda, Achí y Sucre (Sucre), las mujeres y sus familias obtiene resultados favorables con: la ahuyama criolla, berenjena criolla, frijol Caupí (mejorado genéticamente por Unicórdoba con más hierro y zinc), plátano, arroz chombo, arroz tana, arroz oryzica, arroz chombo, arroz bogotano, arroz LV, arroz 367, café, zapote, roble, aguacate y más productos de su propia despensa y de las despensas en ciudades.
El director del proyecto y docente unicordobés Alfredo Jarma Orozco, investigador científico, destacó la formación compartida en el territorio, que regularmente se da cada semana bajo la sombra de árboles y en medio de sorbos de café, donde dialogan los saberes académico y ancestral, para enriquecer de parte y parte la experiencia y las formas de enfrentar el cambio climático.
“En todo este proceso hemos aprendido mucho de la idiosincrasia de la Mojana, que para ellos tenemos una condición muy diferente a la que tenemos cuando recibimos estudiantes en las aulas de la institución. Los grupos de investigación que estamos en la Mojana utilizamos un lenguaje sencillo en beneficio del aprendizaje, porque nuestra misión como institución pública es devolver a la comunidad lo que el Estado ha invertido en nosotros”, sostuvo el profesor Jarma Orozco.
Entre tanto la coordinadora del programa Mojana, Clima y Vida del PNUD, Dra. Diana Isabel Díaz, destacó que la mujer rural, en este caso la mujer de la Mojana, realiza un trabajo que no aparece en las estadísticas del país, y de allí la importancia de visibilizar el rol de las contribuciones que hacen no sólo a sus familias y a sus comunidades, sino a Colombia.
“Nadie ha cuantificado cuánto contribuye una mujer con la agricultura y con la economía del país y el impacto que eso tiene en la economía de la nación. Es la oportunidad, este momento, para empezar a cerrar esas brechas existentes entre los derechos que tienen como mujeres rurales agricultoras, que se aplique la política pública y puedan realizar su ejercicio en mejores condiciones”, sostuvo la coordinadora del programa Mojana, Clima y Vida.
De acuerdo con el PNUD, actualmente el proyecto ha venido apoyando a 4.878 familias en la implementación de sus agroecosistemas, de los cuales 2.218 son liderados por mujeres; y ha desarrollado extensionismo rural enfocado en la agroecología que capacitó precisamente a 8.820 mujeres.
El evento fue instalado por el jefe de Investigación de la Universidad de Córdoba, Mario Sánchez Rubio, por el subgerente de proyectos del Fondo de Adaptación, Johan Stiven Londoño; por Nancy Moreno Lozano, directora de Mujer Rural, del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; y por la coordinadora del programa Mojana, Clima y Vida del PNUD, Diana Díaz.
Las participantes, de distintas veredas y corregimientos de ese extenso territorio, trajeron consigo muestras de las cosechas entre coco, plátano, maíz, jengibre, batata, habichuela, berenjena, guayaba, ahuyama, cebollín, níspero, ají, cilantro, piña, orégano y muchos otros productos que llegan a la mesa de la familia colombiana, gracias al cuidado con el que son cultivados por la mujer mojanera.