En el Caribe colombiano no van a desaparecer nunca las enfermedades transmitidas por vectores (ETV) como tampoco en algunas zonas subtropicales de nuestro país, debido a las condiciones geo-climáticas propicias para que los animales como mosquitos, garrapatas, murciélagos y roedores, aumenten sus poblaciones y de paso los virus que portan.

La afirmación la hizo el director del Instituto de Investigaciones Biológicas del Trópico (IBT), de la Universidad de Córdoba, Salim Mattar Velilla, en el marco del Primer Congreso Internacional de Enfermedades Tropicales (ACINTROP 2019), liderado por esta alma mater, en asocio con la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN) y con apoyo de la Corporación Universitaria del Caribe (CECAR).

“En este caso lo único que nos queda como humanos, involucrados en el factor de riesgo, es evitar las picaduras de los mosquitos, así como el contacto con las demás especies portadoras de estos virus y protegernos al máximo para evitar estas enfermedades tropicales, que no van a desaparecer nunca”, precisó Mattar Velilla, Biólogo, especialista en Microbiología y Parasitología Médica, magíster en Biotecnología Microbiana y doctor en Microbiología.

El experto de la Unicórdoba sugiere que frente a esta realidad es necesario ser más estrictos en el cuidado de los hogares, especialmente con los niños y las mujeres embarazadas, además de utilizar los mecanismos de autoprotección para evitar picaduras.

Durante este evento científico Mattar Velilla advirtió además que la pérdida de la biodiversidad, la tala de árboles y demás acciones que dañan el medio ambiente, movilizan los vectores de un sitio a otro, de tal forma que terminan adaptándose a los ambientes urbanos.

“Estos vectores llegan a las ciudades desde la selva, se adaptan y producen enfermedades más graves”, precisó el científico de la Unicórdoba.

Entre esos riesgos se encuentra el incremento de microcefalia e infecciones congénitas, especialmente a partir del virus del Zika, sin descuidar que otros microorganismos también son conductores de estas patologías, como la toxoplasmosis y el virus de la coriomeningitis linfocítica.

El Primer Congreso Internacional de Enfermedades Tropicales, que encabeza la Unicórdoba, se desarrolla entre este 21 y 22 de marzo en el hotel GHL, de Montería. Dicho evento científico congrega a cerca de un centenar de expositores de Colombia y de otras naciones que sustentan investigaciones relacionadas con la etiología de enfermedades como el Zika, Chikungunya, Malaria, Rabia, Leptospirosis, Fiebre Amarilla y otra patologías de origen zoonótico.

El rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Miguel Torres Oviedo, sostuvo que este tipo de eventos demuestran que esta institución ha logrado una madurez académica y científica al servicio de la sociedad.

“Este congreso demuestra que somos referente mundial con nuestro Instituto de Investigaciones Biológicas del Trópico (IBT), con el cual trabajamos con la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el Departamento de salud Pública de Estados Unidos y eso significa que estamos haciendo bien la tarea y que estamos construyendo una universidad que le está respondiendo a la sociedad y que genera conocimiento, ciencia y saber”, precisó Torres Oviedo.

Recalcó que cuenta esta institución, entonces, con una masa crítica representada en sus doctores, magíster que ayudan a construir las respuestas que necesitan las comunidades frente a temas puntuales, como es el caso de las enfermedades tropicales.

A su turno la coordinadora del Grupo de Investigaciones Microbiológicas y Biomédicas de Córdoba, adscrito al programa de Bacteriología, de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Córdoba, María Fernanda Yasnot, agregó que en Córdoba existe una alta prevalencia de Malaria, tanto que aportó en 2018 el 15.7 % de casos del país.
Yasnot se vinculó como conferencista magistral en el Primer Congreso Internacional de Enfermedades Tropicales con el tema: Biomarcadores como Pronóstico en Malaria Complicada, entendidos como una herramienta para la identificación de moléculas que permitan clasificar los riesgos.

Sugirió la reacción inmediata de pacientes y familiares de los mismos frente a la aparición de síntomas relacionados con enfermedades transmitidas por vectores.